— ¿Todos están bien? — Primeras palabras de Starkiller al despertar por gracia para el. Al ver a su alrededor están todos los soldados Salyutenses, se encamina por buscar algún sobreviviente entre ellos pero hasta ahora todos están muertos, o al menos eso era para el. Ese día con cielo rojizo por ser las 9:00 A.M. de la mañana, sobre un campo lleno de verde césped y verde por los uniformes de los soldados caídos, parecía que no todo estaba perdido, al fondo de una colina ve tambaliandose a Neil quien también se encontraba así.
— ¡Mi general! — le grita Neil, un soldado con cabello castaño, pero muy poco en su cabeza, de 34 años y un cuerpo delgado y enjuto. Entusiasmado por la milicia.
— ¡Neil! — este se acerca corriendo, tambaliandose, pero corriendo de prisa — Por amor de dios, estas vivo.
— También que algunos, solo que estos parecen estar...desmayados.
— ¿Desmayados?, Bien, sigamos explorando.
Ambos caminando sosteniéndose del hombro del otro, para poder caminar mejor y con un ardor en partes de su cuerpo y el rostro con raspaduras, sudor y sangre miraban alrededor como quedaron el resto de las naves, lo que podía ser su boleto de salida.
Caminando aun mas llegan a los limites de ese campo y se encuentran con una laguna, con todo lo que sufrieron se lanzaron sin pensar al lago, uno diría que como un relajante baño antes de dar pelea, pero en realidad si usted no los conociera muy bien diría que trataban de quitarse la vida.
Siguieron nadando como por media hora, cuando ven un edificio con paredes y techo de hierro, de dos plantas y de estatura mediana.
— Sera mejor que nos vayamos de aquí — masculla por los nervios Starkiller.
— Espera, me párese que e visto este lugar en los libros de historia. Ahora que Starkiller y el soldado, caminaban cogidos hasta llegar donde ese extraño edificio en medio de todo el lago.
Starkiller que se adelanta toca la puerta de una forma muy peculiar, da un toque con el puño y hacerse su cabeza a la puerta para escuchar algún ruido, toca de nuevo y hace lo mismo, vuelve a tocar y vuelve a asomar su cabeza.
De pronto la gran puerta se abre, una gran puerta que es de acero y rechinaba al abrirse de forma horizontal, Starkiller en estado de Shock, observa como unas personas salen y les da la bienvenida, estaban vestidos iguales, un traje rojo tipo túnica que terminaba en V. Starkiller ahora se aproximaba a sacar su arma de su funda,, se prepara para disparar pero el mayor dice:
— Alto, no somos Bionicos, somos como ustedes – Starkiller noto algo de compasión y amor a sus semejantes en cuanto conoció a Ben Titor, se presento, le invito a pasar y a bajar su arma. — Por favor pasen.
— ¿Qué es todo esto? – es la pregunta que Starkiller y tal vez muchas personas preguntarían al ver todo ese mundo, todo un laboratorio extenso lleno de humanos trabajando con artefactos mecánicos con fines científicos.
— Es nuestro laboratorio de Investigación Postheft
— ¿Qué investigaciones hay aquí?
— Secretas, desde tiempos más alejados nuestra raza a estado trabajando en el viaje en el tiempo. Starkiller que como un militar y además considerarse una persona adulta, en ese momento se considero incluso a si mismo como muy escéptico.
— ¿En serio? – dice con algo de sarcasmo – Y dime…¿Cómo planean hacer eso?.
— Bueno nuestros trabajadores están trabajando en una máquina del tiempo basada en la estructura de una nave Salyutense, todo lo que se necesita en un…
— No me digas…un congelador de flujo – dice con un tono burlesco.
— No, una línea de parámetros de cronotrones, las moléculas del espacio-tiempo. – Ben notaba algo de condescendencia en el rostro de Starkiller y de su acompañante así que decidió contárselo más detalladamente en su oficina – vengan, se los contare todo.
— ¿Vas a revelar tus secretos así?, ¿sin investigación?, ¿Cómo sabes que no somos Cyborgs?
— Por que esperábamos su llegada.
El pre-veterano Starkiller ahora si se encontraba en un campo de dudas, donde cualquier explicación lógica para el terminaba en un circulo infinito.
— Tal vez estés confundido, vamos…
Los tres llegan a una oficina con paredes de acero y en las paredes varios pizarrones con cálculos de física cuántica, partículas subatómicas y paradojas de predestinación.
— ¿Qué quieres saber? — le pregunta Ben con gran interés.
— Todo — le responden Neil y Starkiller.
— pues bien — Continua Ben — Nosotros somos los Postheft, veras cuando estallo la tercera guerra mundial extendiéndose principalmente en Japón para propasarse a Estados Unidos con sus adelantos tecnológicos en el mundo de la medicina : los implantes bionicos.
— Señor titor... — Neil le interrumpe — perdone pero esa historia la conocemos muy bien.
— Pues no todos los mejores del planeta fueron entregados a Salyut 8 o fueron aniquilados por los Cyborgs solo por considerarse una raza superior, también algunos que no fueron considerados para desertar su planeta desdieron construir este lugar, la plataforma de Theft. Nuestros ancestros construyeron la plataforma de Theft debajo del lago, en ese entonces era todo un océano, sin embargo la reproducción de los cyborgs, las constantes ciudades llegas de electrónica y desertificacion por completo hace que el planeta emane mas dióxido de carbono.
— Hicieron que el nivel del agua dejara la plataforma al descubierto.
— Exacto, pero nuestros antepasados temían ser exterminados por los Cyborgs, por eso construyeron este refugio, para no morir, pero sobre todo para trabajar en su maquina del tiempo, ahora se a perfeccionado ahora que nuestros científicos han comprobado la teoría de Everett-Wheeler y sus universos alternos, de ese modo podemos corregir el pasado para que podamos crear un universo alterno donde los Cyborgs no tomen el control del planeta y no tengamos que temer por su horrible dictador.
— ¡Es Alfonso Catalizador!, ¿no?.
— No Neil, acabamos de descubrir que ese tal Alfonso era un personaje inventado como señuelo para que no descubramos que en realidad son....Eric y Marvin Monrow.
Neil y Starkiller sentían alta traición en ese momento, una persona como Ben se veía no como los despiadados Cyborgs sino una persona con sentimientos, un Cyborg es una persona por igual, pero un humano cuyos sentimientos quedan enterrados por el frió acero y chasis de sus implantes bionicos.
Si usted querido lector a sido traicionado por alguien que decía ser su amigo, la situación para Salyut se veía mucho peor. Por que en esos momentos, podía significar el final para el imperio Salyutense. Starkiller no izo mas que tragar saliva y decir lo siguiente a Ben :
- Necesito usar un telecomunicador.